El planeta Saturno
Saturno es uno de los planetas más peculiares del Sistema Solar porque es el único que dispone de un sistema de anillos observable por cualquier astrónomo aficionado. Al igual que Júpiter, presenta un sistema de satélites que puede verse con equipos modestos, sin embargo su atmósfera no es tan rica en detalles.
Los anillos de Saturno
Los anillos de Saturno están formados principalmente por partículas de agua helada de diferentes tamaños (incluso de decenas o cientos de metros) que orbitan en el mismo plano que reflejan la luz del Sol. Con equipos modestos se puede observar un vacío oscuro descubierto por Jean Dominique Cassini en 1675 que separa los anillos en dos zonas claramente diferenciadas: el Anillo A (exterior) y el Anillo B (interior) más brillante y ancho.
Aunque habitualmente la División de Cassini se le atribuye un color negro profundo, si tenemos la suerte de poder compararla con la sombra del planeta sobre los anillos, podemos apreciar que no es un negro tan puro como la sombra, sino que presenta un aspecto grisáceo que implica la presencia de material, menos denso y reflectante que en los anillos A y B.
Se requieren equipos muy potentes y noches muy estables para poder observar o fotografiar la División de Encke, muy cerca del borde exterior del anillo A.
También se puede observar el denominado Anillo C, adosado al interior del Anillo B, con una luminosidad similar a la División de Cassini, pero más difícil de percibir al no estar entre dos anillos brillantes. Usando muchos aumentos debemos intentar diferenciarlo del negro del cielo o de la sombra del planeta sobre los anillos o bien cuando bloquea la visión de parte del planeta.
La inclinación del eje de Saturno, que permanece en la misma dirección a lo largo de toda su órbita, provoca que, en cada oposición, la perspectiva de los anillos cambie en un ciclo similar al tiempo que tarda el planeta en dar una vuelta al Sol (29,5 años) poniéndose de «canto» dos veces en ese lapso. En 2010 el plano de los anillos se alineaba con la línea de visión desde la Tierra, provocando que únicamente viéramos el trazo de su presencia. También se puede observar, dependiendo de la posición, la sombra del planeta extendiéndose sobre los anillos o la sombra de los anillos sobre el planeta.
La actividad atmosférica de Saturno
Aparte de los espectaculares anillos del planeta, también se pueden observar bandas de nubes altas paralelas al ecuador del planeta con diferentes tonalidades, pero muy lejos de la actividad atmosférica de Júpiter. Sin embargo su atmósfera puede deparar sorpresas, como en 2011, cuando se pudo observar una brillante tormenta en el hemisferio norte del planeta o la peculiar forma hexagonal del polo norte del planeta. También se debe destacar que es mucho más achatado por los polos que Júpiter, lo que le confiere un aspecto mucho menos esférico.
Las Lunas de Saturno
Titán, la mayor luna de saturno, se puede observar con casi cualquier telescopio, gracias a su luminosidad y a que está lo suficientemente separada del planeta para escapar de su brillo cegador. Con aperturas medias y altas, Titán aparece de color anaranjado. Es la cercanía al planeta lo que hace algo más difíciles, pero todavía asequibles a equipos de aficionados, Rea, Dione y Tetis. La más cercana al planeta y, por tanto la más difícil de observar, es Encélado. Más alejado del planeta se encuentra Japeto, lo que hace necesario acudir a efemérides calculadas para la noche de observación para no confundirlo con las estrellas del campo de visión.
Galería de Imágenes de Saturno
A continuación se presenta una sucesión de fotografías del planeta que he realizado a lo largo de los últimos años donde se puede observar el cambio en la inclinación de los anillos.